domingo, 28 de febrero de 2016

AÑOS 80: AIRES DE LIBERTAD. "Mujeres al borde de un ataque de nervios"

En la sesión del pasado jueves disfrutamos de los nuevos tiempos, de la España de los 80, y la sala reflejó el efecto Almodóvar. Las risas eran las mismas que las que se pudieron oír en los cines en los que se proyectó la película en 1988. 
Tras el oscurantismo del franquismo y la dura oposición interna y externa de los contrarios al régimen, la juventud tenía ganas de liberarse, de transgredir, de vivir y disfrutar de lo que el cambio ponía en sus manos. El cine de Almodóvar nos trajo no sólo aires de libertad (como dice la letra de la canción de Ana Belén, "La puerta de Alcalá"), sino que vino acompañado de un movimiento cultural lleno de frescura y creatividad: música, cine, pintura, diseño. La explosión de luz, color y anticonvencionalismos que muestran los primeros filmes del director manchego son los mismos que gritaban desde sus diferentes espacios, Radio Futura, las Costus, Alaska y los Pegamoides, Dis Berlin o Paloma Chamorro. Eran los aires de La Movida Madrileña.


Una película con un guion magnífico, decíamos al final de la sesión. El absurdo y el vodevil como se hacía en el cine americano. Una parodia perfectamente construida, muy medida, con un ritmo que nos conduce a lomos de una moto a salvarnos de un atentado terrorista. Una época diferente que sin duda supuso un salto enorme para una España que salía de 40 años de franquismo. Risas, música, amor e identificación con Pepa, y esos hombres que nos acaban poniendo al borde del ataque de nervios. Una joya.

Aquí está la presentación sobre los años 80:






Y para seguir disfrutando de Almodóvar una presentación sobre su cine y sobre la película:





Para todos aquellos que se quedaron con ganas de ver todo el panorama cinematográfico de los años 80, les enlazamos con el programa "Ochéntame otra vez", del que ya vimos un fragmento:


domingo, 21 de febrero de 2016

Años 70: La transición. Furtivos


Con la tercera sesión de nuestro curso de cine llegamos a los años 70. Década irremediablemente marcada por la desaparición física de Franco, como muchos de vosotros apuntasteis. Muerte que se sitúa casi, casi en el centro de la década marcando poderosamente los años inminentemente anteriores y los posteriores.

Con respecto a los años precedentes conocimos un término que se usó para designar los años que van desde el final de los años 60 hasta la muerte de Franco: Tardofranquismo. Periodo convulso, con una sociedad que vislumbra el final de un régimen en descomposición pero aún manejando los resortes de la represión y la violencia.

Todos supimos ver que descomposición (moral), represión y violencia son los ejes fundamentales por los que transita Furtivos. Aunque estuvimos de acuerdo en que era una buena película, su visión evidentemente no es fácil por eso, para aligerar el sentimiento opresivo nos dejó oímos la canción España Camisa Blanca de mi Esperanza, que además nos sirvió para centrar el debate porque la poesía de Blas de Otero nos deja imágenes que de alguna forma u otra encontramos en Furtivos.
Estos son algunos de los elementos que se señalaron durante el debate:

-        ‘Paloma buscando cielos más estrellados’
-        ‘La pena deja plomo en las alas’
-        ‘La muerte siempre presente nos acompaña en nuestras cosas más cotidianas’
-         ‘Navaja, barro’
-        ‘Nos dejó el hambre y se llevó el pan’
 
Y claro, el verso que no se le escapó a nadie:

-        ‘A veces madre, siempre madrastra’

 A partir de la unión de la imagen ‘España’ y ‘madrastra’ no fue difícil establecer una clave de lectura simbólica de la película y la función metafórica que los personajes cumplen.

Martina = España
Ángel = El pueblo
Santiago = El poder civil
Milagros = La libertad

Se señaló la inconsistencia y estupidez de Santiago, el gobernador, y que a pesar de que ‘es tan tonto como parece’ (en palabras de Martina), es quien manda, hace y deshace como quiere, lo vemos siempre rodeado de secretarios, subsecretarios, directores y, sobre todo, de las fuerzas del orden. En definitiva, aunque cretino, maneja los resortes del poder.

Me resultó muy interesante que al comentar el carácter de Ángel, sus motivaciones, vacilaciones, deseos, etc., parecía que se estuviera hablando, no de un personaje, sino de las aspiraciones de la sociedad española previa a la muerte de Franco. La aspiración a la libertad centrada en el personaje de Milagros.

Y finalmente el personaje de Martina, la madre madrastra, castradora, que se resiste a cambiar, inmóvil en su bosque, devoradora de sus hijos, opresora: algunos relacionasteis la escena en que apalea a la loba con la foto de un policía antidisturbios que vimos en la presentación.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
En definitiva esa España que nos pone ‘plomo en las alas’ y que se niega a progresar… pero que, como veremos en la próxima sesión, gracias a Ángel se vio obligada a cambiar y adaptarse a nuevos tiempos.








viernes, 12 de febrero de 2016

DESARROLLO Y TURISMO: CINE ESPAÑOL DE LOS AÑOS 60. "EL VERDUGO"

La segunda sesión del curso nos llevó al cine y la sociedad española de los años 60. Una España que se caracterizaba por el crecimiento económico y el boom del turismo y un cine que se movía en la esquizofrenia de las películas favorables al régimen o de mero entretenimiento, reflejo de esa época de playas, suecas y chiringuito, y de películas de alta calidad con un realismo esperpéntico y que dejó en la historia del cine español algunas de nuestras obras maestras: Viridiana, de Luis Buñuel; La tía Tula, de Miguel Picazo o La caza, de Carlos Saura, por nombrar sólo a algunas de las más importantes. La película que completó el curso fue una de esas grandes obras maestras El verdugo, de Luis García Berlanga:

 Como no podía ser de otra manera, los buenos cinéfilos saben reconocer una gran película. A todos nos gustó mucho y en el debate se escucharon muchos comentarios elogiosos y compartimoss un análisis un poco más pormenorizado de algunos aspectos de la película.
Se señaló esa capacidad de Berlanga para tratar un tema duro y difícil de una manera divertida, con ese humor negro tan español y que tan buenos resultados sigue dando.
En esta ocasión, vimos cómo la película reflejaba esa sociedad española del desarrollismo y del turismo, de la mentalidad tradicional y conservadora del franquismo que se tenía que enfrentar a la llegada de nuevas ideas que venían unidas proporcionalmente al dinero que los europeos se dejaban en nuestras playas.
Supimos ver también esa reflexión amarga que hace Berlanga sobre el peso del contexto social en el destino de las personas, que se ven atrapadas en una vida que quizá no les pertenece. Para algunos,  Amadeo es alguien que más allá de resignado o cínico es un ciudadano que se conforma con el trabajo que tiene ("total, si hay pena capital, alguien tendrá que ejecutarla").
Discutimos sobre el papel de la mujer en el personaje interpretado por Emma Penella, una Carmen dulce y manipuladora a la vez, y que de algún modo refleja cierta misoginia en el cine berlanguiano.
Al director no le gustaba el final, pero a nosotros nos parecía que no estaba mal, que recogía muy bien el espíritu de la película, aunque a algunos les hubiera gustado que ese final fuera más dramático, finalizando en aquella enorme habitación que atraviesa el cortejo de condenados. Sin embargo, nos hubiéramos perdidos ese epìlogo maravilloso y ese "No lo haré más", con el que alguno de vosotros hubiera titulado la película.

Para que podáis volver sobre el análisis de la época y del cine del momento, y para que penetréis un poco más en algunos contenidos de la película, os dejamos la presentación. Que la disfrutéis:

viernes, 5 de febrero de 2016

DE LA POSGUERRA AL DESHIELO (AÑOS 40-AÑOS 50): "LA TORRE DE LOS SIETE JOROBADOS"

Ayer comenzamos una nueva edición de nuestro curso "La vida es cine". En esta nueva entrega hemos querido hacer un recorrido por el cine español desde la década de los 40 hasta nuestros días, sin olvidarnos, en la última sesión, del cine que se hace en América.

Para empezar, tuvimos una dura sesión en la que nos enfrentamos con dos décadas determinantes para la evolución del cine en España, los 40 y los 50. Desde el surgimiento de la industria, tras un penoso conflicto bélico, la consolidación de un lenguaje nuevo que, a pesar de la autarquía, va llegando a nuestro país, hasta la entrada de nuevos productos y nuevas corrientes desde esa especie de exilio interior en el que se convirtió la labor de directores como Bardem, Berlanga o Fernando Fernán Gómez, entre otros. La década de los 50, la del deshielo, supuso para el gobierno franquista una entrada de aire fresco que se reflejó, de alguna manera, también en nuestro cine.

La película que nos acompañó en esta clase fue La torre de los siete jorobados, de Edgar Neville. Una película del año 1944 y que se sale de la norma del momento. No es un film bélico ni histórico, muchos menos religioso y el folclore que aparece podemos decir que es meramente testimonial. A pesar de su final feliz al modo "hollywoodiense", fiel reflejo de las experiencias de Neville en Estados Unidos, la película, basada en el libro homónimo de Emilio Carrere, y que como recordamos en la sesión fue completado por Jesús Aragón (el "negro" de la época), es una pequeña obra de arte de su tiempo: influencias del cine expresionista y gótico, aparición de la temática de lo fantástico o la hipnosis (Carrere se anticipa a los surrealistas en el libro), el papel de la ciencia, la estética mexicana, con la aparición de momias y calaveras. Todo esto, unido a una trama policial que mantiene al espectador entretenido y un gran trabajo de actores, con Antonio Casal (Basilio Beltrán) y Guillermo Marín (Sabatino) al frente, hacen de esta película una joya de la cinematografía española.

En general, tras el debate, la película nos gustó a todos. Sobre todo resultó entretenida. Algunos destacasteis que no refleja la situación real que se vivía en España. Es verdad, muestra un Madrid castizo, donde parece que todo el mundo es feliz, no tiene problemas para comer (incluso opíparamente) y la música de organillo y las canciones de la Bella Medusa acompañan la vida en una ciudad que cinco años antes todavía estaba en guerra y en la que la población vivió una de las situaciones más duras de la posguerra. Sin embargo, Neville nos muestra a esos jorobados y a ese tuerto de ultratumba que nos da mucho que pensar.

Para otros, el final feliz y la resolución rápida de la película fueron un poco inexplicables, con ese amor, casi platónico, de Sabatino por la sobrina de Robinsón de Mantua, y ese amor real de Basilio por Isabel, pero sin duda todos reconocimos el humor  de esa escena de cierre en la que Robinsón vuelve a su mundo llevándose a la Venus de Milo.

Para que podáis trabajar en el cuestionario que elaboramos en los grupos de trabajo y para que profundicéis en el cine y la sociedad de estas dos décadas, os dejamos la presentación. Disfrutadla: