Esta película de Mario Camus nos conmovió a todos. Es una película dura, muy dura. Dijisteis que era difícil de creer que una situación así se pudiera dar en los años 60. Pero así fue, de hecho Delibes conoció a muchos de estos personajes, pero por suerte la película nos abre una ventana a la esperanza, una esperanza que en buena medida se ha cumplido en la sociedad española.
Cuando os propusimos que nos dierais otros títulos aparecieron los siguientes: "A mandar, para eso estamos"; "La dignidad en la dependencia" o "Sumisión".
Recordamos y comparamos los rostros de Azarías, Paco el Bajo y los trabajadores del latifundio con los de los habitantes del pueblo de Bienvenido Mr. Marshall, castigados por el esfuerzo diario, las malas condiciones de vida y las inclemencias del tiempo.
Recordamos las diferencias de clase: por un lado los nobles y ricos latifundistas y por el otro el lumpen que recibe su salario casi como una limosna. En medio, la familia del administrador que pisa al de abajo y tiene que rendir pleitesía frente a los de arriba.
Algunos mencionasteis escenas sublimes, como la de Paco el Bajo husmeando como un perro, o a Azarías corriendo tras de la milana. Y por supuesto el grito desgarrador de la niña chica. Por cierto, a Mario Camus le costó mucho encontrar a la intérprete de este personaje, de hecho tuvo que rechazar la propuesta de algunos disminuidos físicos y psíquicos reales. Nunca estuvo de acuerdo con esta propuesta, para él el cine es ficción y siempre tienen que intervenir actores. A l final, la niña chica fue la sobrina de la peluquera del equipo quien apareció un día como por casualidad por el rodaje.
Para completar toda la información, os dejamos también la presentación de la película. Que la disfrutéis:
Pero que cosa tan maravillosa habéis hecho, es fabuloso!!!!!!
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