Ayer tuvimos nuestra primera sesión de este nuevo curso. En primer lugar, queremos agradeceros vuestra participación y motivación. Estamos encantados de contar con un grupo como el vuestro y esperamos sentirnos en este camino tan acompañados y complementados como nos sentimos analizando Familia.
Esta primera película del director Fernando León de Aranoa muestra la calidad de un director con oficio, que dominia el lenguaje clásico del cine y que lo demuestra tanto en el desglose de planos como en la cuidadosa elaboración y tratamiento de los personajes. Sus diálogos nos van descubriendo un misterio que nos hace viajar de la sorpresa a la risa, para dejarnos sentados en nuestra butaca, al final del filme, con cierta inquietud.
En el interesantísimo debate que compartimos después reflexionamos sobre la familia real y la familia ficticia y donde están sus límites. Además, nos cuestionamos si Santiago (Juan Luis Galiardo) es verdaderamente el único personaje real o, como intuimos en la escena final, es también un actor. También fuimos desglosando todos aquellos momentos en los que la interpretación teatral descubre un conflicto de la vida real de los personajes, como cuando nosotros mismos, ante determinadas películas u obras de teatro, nos sentimos interpelados y vemos el reflejo de nuestra propia experiencia.
Y para finalizar y animaros a participar y a que nos acompañéis también en la construcción de este blog, allá van un par de preguntas:
1. ¿Pensáis que la película es un alegato en contra de la familia o a favor de la familia?
2. Y por último: ¿estáis de acuerdo con esta afirmación: para comprar los sentimientos ajenos sólo hace falta un contrato bien redactado?
1) Para responder a la primera pregunta : segun yo, es ni el uno ni el otro. Es un alegato en contra de la percepción ideal que se puede hacer de una familia, especialmente de una familia feliz. Cuando Alicia se conoce a la familia, cree que es muy feliz. No es el caso en realidad porque no es una familia real. Sus miembros son actores y todos actuan ser feliz. Es también verdadero en la vida: una familia puede proyectar una cierta imagén que no es la que existe en realidad.
ResponderEliminar2) Estoy totalmente de acuerdo con esta afirmación. !Me encontaría poder ir al supermercado para comprar los sentimientos ajenos incluso comprar un novio !
? Me has realmente creído ? “Comprar sentimientos” es una barbaridad. Afortunamente los sentimientos no se compran. Son las características intrínsecas del ser humano. Además, los sentimientos no se dirigen, no se controlan. Pueden cambiar también. Un contrato bien redactado no puede considerar los avatares de la vida. !Imagínate trabajar el en departamento de las reclamaciones de una empresa que vende sentimientos !
1.Está claramente a favor de la familia. No sabemos exactamente qué modelo de familia.
ResponderEliminar2.Todas las relaciones son contratos.
La película puede parecer muy sencilla, pero las apariencias ocultan una realidad mas compleja y nos estimula a pensar.
ResponderEliminarA la base de la película hay la metáfora sobre la institución familiar, con temas sociales profundos, como la necesidad de tener relaciones familiares a toda costa o, al revés, el tema de la soledad de los individuos.
La conclusión de la película - para mi - es que el dicho popular «Es mejor estar solo que mal acompañado» se invierte.