viernes, 3 de diciembre de 2010

Un coloquio sobre Martín (Hache)

El pasado miércoles desafiando las inclemencias invernales retomamos el debate sobre Martín (hache). Es muy curioso la cantidad de información que aportan los personajes de esta película, están llenos de matices, de profundidad humana, de verdad. A todos nos despertaban  sentimientos muy diferentes: la dureza y la honradez de Martín padre, el amor y el desamparo de Alicia, la amistad y el límite moral de Dante, y la ternura e inteligencia de Hache. Bueno, para que durante el fin de semana podáis seguir disfrutando con la película, os dejamos un coloquio que se hizo en el programa "Versión española" de Televisión Española con el director Adolfo Aristarain y los actores Eusebio Poncela (Dante) y Juan Diego Botto (Hache):











2 comentarios:

  1. Muchas gracias por esa entrevista tan interesante. Me gustaba que los actores dijeran que un bueno realizador era primordial para una película y que el realizador dijera que los actores lo eran también. Según yo, ambos son primordiales para una buena película. Y es el caso de Martín Hache. Fui totalmente vacía, agotada al fin de la película porque me meto siempre en la piel de los personajes especialmente cuando la película es buena. Por lo tanto, era feliz que el debate ocurrió la semana siguiente. Aristaráin logra hacer una pelí que trata de la vida con verdad sin caer en los clichés. Me gustaba muchísimo que el personaje de Dante que es el menos convencional sea en realidad el más equilibro. Es interesante saber que Aristaráin realizó de manera cronológica. Es la razón por la cual la película es tan fuerte. Me gustaba también aprender que Aristaráin realizara algunas escenas llorando aunque pareciera duro del exterior. Me hace pensar a Philippe Noiret, uno de los actores primordiales franceses para mí, que era más débil que le parecía. Por ejemplo, no pudo hablar 2 semanas después del nacimiento de su nieta.

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  2. Compartimos tu punto de vista, Odile. Aristarain hace cine que va en serio. El espectador se ve constantemente interpelado y no sale de la sala indiferente. Sus películas son ideales para hablar y compartir experiencias personales.

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