En 1993, Víctor Erice estrenó la que es de momento su última película, "El sol del membrillo". Os dejamos algunas escenas de la película y un pequeño texto que transmiten el espíritu que Erice y Antonio López querían mostrar cuando pusieron en marcha este proyecto. Esperamos que os guste y prestad atención a algunos elementos que ya vimos en "El sur":
tanto Antonio como yo comprendimos enseguida que no había que tratar de buscar un argumento preciso ni de establecer -al menos en una primera instancia- una ficción. Se trataba, sobre todo, de partir de las cosas tal como son y, provistos cada uno de nuestros útiles de trabajo, acudir a una cita junto a un árbol.
Lo que es en común entre las 2 películas es:
ResponderEliminar ver el mismo en diferentes estaciones o en diferentes horas del día. La luz es entonces muy diferente y primordial.
El péndulo y el hilo a plomo evocan el tiempo.
Lo que me interesa en "El sol del membrillo" es ver como se desarrolla una obra. Hay que esperar para tener una obra completa.
El pintor y el realizador capturan la luz para retratar la realidad. Y es también importante capturar la realidad para realizar una obra y retratar la luz.
Eso me recuerda al festival “Normandie Impressionniste” que ocurrió ese verano. Ví algunas exposiciones. Las 2 que me han encantado más fueron sobre pinturas y fotografías de las mismas vistas en la misma época. Y sobre todo la exposición “Lumière argentique” que no era de pinturas pero de fotografías en las cuales el fotógrafo retrata la luz como si fuese una impresionista.
Es muy apropiado lo que dices, Odile. Es la eterna lucha que los artistas libran por atrapar la luz y el tiempo, en definitiva, una forma más de ser conscientes de nuestra finitud y de nuestra lucha contra ese momento. Y tienes razón en los ejemplos que nos muestras; está claro que has comprendido el espíritu de Erice.
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