La película de Rodrigo Sorogoyern resultó inquietante y seductora a la vez. Ese juego de situaciones, con el cambio que se produce entre lo que ocurre por la noche y lo que sucede a la mañana siguiente, nos provocó una serie de reflexiones en torno a esta pareja. Su relación, aparentemente banal, hace surgir un trasfondo y una historia subyacente a los personajes que nos obliga a seguir interrogándonos por ellos al final de la película.
Durante el debate discutimos sobre el aspecto estético de la película, el juego de luces y sombras. Destacamos el gran papel de Javier Perira y Aura Garrido, dos actores jóvenes con una carrera prometedora. Los diálogos no nos dejan diferentes y ese juego entre verdad y mentira, que nos recordaba al mejor Haneke, nos llevan a una película más profunda de lo que aparentemente enseña.
Durante el debate discutimos sobre el aspecto estético de la película, el juego de luces y sombras. Destacamos el gran papel de Javier Perira y Aura Garrido, dos actores jóvenes con una carrera prometedora. Los diálogos no nos dejan diferentes y ese juego entre verdad y mentira, que nos recordaba al mejor Haneke, nos llevan a una película más profunda de lo que aparentemente enseña.
Hay algunas escenas destacables, como los diálogos en la fiesta -bastante anticipadores de la trama- o el desnudo de él en la calle, pero sin embargo, todos nos quedamos impactados con esa escena final en la azotea que nos deja desamparados y sin respuesta. Sin duda, una película muy contemporánea.
Os dejamos aquí la presentación para que sigáis investigando sobre el universo Sorogoyen: